20 mayo 2008

¿Y ahora qué?

Se me ha acercado en el lavadero de la gasolinera. Yo de traje, sacándole lustre a una moto más cara de lo que tiene sentido pagar por un coche. Él, con una mochila al hombro y una camiseta muy trabajada de una empresa de estructuras de obra, delgado y negro, muy negro. Ahora los llamamos subsaharianos.

Acercarse le ha costado a él más que a mí decirle que no, que no tenía dinero para darle. El piloto automático funciona fácil. "¿Y si le hubiera dado 3 ó 5 euros, qué? Dentro de unos días estará igual" he pensado para consolarme, aunque seguramente con bastante razón. No le he preguntado, tendría que haberlo hecho. De dónde había venido, por qué pedía, si había tenido trabajo hasta ahora, qué iba a hacer si no encontraba trabajo. Pero la historia ya me la sé, porque seguro que es igual que la de muchos a los que la crisis va a dejar sin financiación para el mendrugo de pan y el techo.

Si me lo encuentro detrás de una navaja, se me va a hacer muy cuesta arriba pensar que yo soy la única víctima en la escena. Los que me conocéis sabéis que no soy muy proclive a pensar así, pero este trabajador obligado a mendigar o algo peor es desde ya, desde hace tiempo, una víctima. Desde que le legalizaron, desde que le ayudaron a entrar en "el paraíso". Viva Europa...

Y ¿Ahora qué, Señor Caldera?, ¿Ahora qué?

14 mayo 2008

Por qué publico "tan" poco

Podría ser por alguna de las diez razones que esgrime Erik Kintz, Vicepresidente global de Hewlett Packard y que se resumen en: publicar demasiado (a diario) es malo, contraproducente y negativo (lo pongo tres veces para los escépticos).

Algunas de ellas me parecen muy interesantes y seguramente el zagal tiene toda la razón: "el tráfico es irrelevante para el éxito de su blog y publicar más no lo aumentará de todas maneras", "publicar frecuentemente impacta negativamente en la fidelidad de los lectores", "la publicación frecuente lleva a publicar con mala calidad". Esta última se cae por su propio peso. Es tan evidente...

Sin embargo no publico más por otras razones mucho más obvias: trabajo algo más de 8 horas al día entre semana, y la lista de cosas que tengo que hacer cuando no trabajo no incluye sólo bloggear. Podríamos empezar con dormir, comer, ver a mi Mamen, ver a mi familia, jugar con mi sobrino, ver a los amigos de Murcia, visitar a los amigos de fuera, montar en moto, oir música, aprender a manejar el SONAR, colgar una lámpara, montar el estudio de sonido, poner una lavadora, tenderla, tocar el bajo, bucear, ir al balneario de Archena, no reconstruir la moto del año 47 que acumula polvo en el garaje, organizar la biblioteca iTunes, responder correos, hacer una escapada de fin de semana, comprobar las facturas, navegar, hacer la compra, dolcefarnientear, hacer deporte, hacer algunas afotos, retocarlas, compartirlas, graduarme unas lentillas, jugar al pádel, estresarme porque no tengo tiempo para nada, lavar el coche, lavar la moto, lavar el perro (ah no, que no tengo), ir a misa, leer en papel, leer online, leer los posos del té, ver buenas pelis, ver pelis malas (te consumen casi el mismo tiempo)...

En fin que ya si eso, eso.

13 mayo 2008

Nuevo diseño del blog

He actualizado el blog como es evidente para cualquiera leyendo esta entrada. Se agradecen comentarios, as usual

06 mayo 2008

Cocky y la Gallardía

El otro día un buen amigo, enfermo por seguir mejorando su ya buen inglés (otro día hablaremos de lo buenas que son las obsesiones) y que comparte apellido (creo que a su pesar) con un ex presidente y un gran parecido físico y me permitiría deir que hasta psicológico con Arturo Pérez Reverte (no soy el único que se lo ha dicho) me escribió un correo en el que me llamaba cariñosamente "cocky", palabra que acaba de incorporar a su amplio vocabulario y que se refiere a alguien que por su seguridad, ofende.

Intercambiamos un par de correos que dos caballeros británicos habrían resumido en "No offense meant"... "none taken".

En uno de ellos le recordaba yo que el origen de cocky es cock (gallo). En español gallo deriva en "gallito" una muy buena traducción de cocky, (ambas tienen un leve sentido peyorativo ya que describen una seguridad que resulta molesta u ofensiva para otros) pero también derivó en Gallardo, apellido que llevo con donosura y porte adecuados al desafío y responsabilidad implícitos. Lo último con el apellido Gallardo son mis sobrinos por parte de mis primos y un modelo de la casa Lamborghini.... Ahí es nada.

Lo bueno de la gallardía es que habla de cómo se comporta uno (valor y esfuerzo en el obrar) y de su justa recompensa por el sexo opuesto (generalmente el femenino, digo generalmente porque ahora no se sabe nunca) (aspecto agradable y elegancia en el movimiento "su gallardía atraía a las mujeres").

A mi abuelo le hubiera encantado leer esta parrafadita.

04 mayo 2008

Desnudando el Stingray

Una vez cada tanto tiempo (en mi caso, con una frecuencia casi inadmisible por lo poco que lo hago con los míos) hay que desnudar un instrumento de cuerda, quitárselas y dejarlo desnudo por unos momentos antes de ponerle las nuevas (en medio toca limpieza etc... gracias a Dios e Internet, ahora hay muchas referencias para saber cómo hacerlo). En ese momento de intimidad y descanso (unos minutos a lo largo de su vida que el mástil no está soportando la tensión de las cuerdas, sorprendimos a este precioso Stingray negro. Juro que no es un posado, son robadas. Sin palabras.


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