El salmón y el tomate no pegan. Tan cierto como el cambio de las estaciones o la ley de la gravedad
Cosas del Viajero, Sr. Prandez, Galla, Sr Lemur, Mitch, Javier-J, Melán, Gallego, Javito, Cuki, Gashet, Javi B, Mitxelo, Gaita Mimoso y demás denominaciones que se me aplican
31 mayo 2010
29 mayo 2010
Papá
Tener un amigo en el cielo es mejor que tener un amigo en el ministerio. Eso me decía ayer uno de los amigos de mi padre. Cuanta razón tenía.
Y tenemos mucha suerte porque mi padre es un ángel de la guarda, y tengo pruebas irrefutables (de las que le gustaban a él) que lo demuestran.
Todos vosotros sois la prueba de que tenemos un ángel de la guarda ya que las lágrimas de los amigos son el mejor aval para franquear la entrada de la puerta de San Pedro.
Sabemos también que es un ángel de la guarda porque como tal, decidió no sufrir. No sé si lo sabéis pero los ángeles de la guarda sólo sienten dolor cuando no saben que lo son. Yo creo que papá se quejaba alguna vez para despistarnos un poco y para dejarse mimar, por supuesto.
Tengo que confesaros que he aprendido muchas cosas sobre mi padre los últimos meses e incluso ayer. Por ejemplo, yo no sabía que tenía tantos amigos. Era tan discreto que hasta con la cantida y calidad de sus amigos evitaba hacer ostentación. De lo único que presumía era de su mujer. No es para menos: Mamá, has estado dos años llamándole campeón y la campeona eres tú. No podías haberlo hecho mejor.
Y sobre todo has sido SU campeona. Alguien dijo una vez que mi padre era como un jardín secreto del que sólo mi madre tenía la llave. Es cierto. Y ese fue su secreto como pareja, una complicidad infinita.
Bueno, de sus hijas también presumía, Cómo no: vaya pareja de SuperNenas. Sois las mejores.
Él hoy querría agradeceros a todos los que le habéis ayudado en su enfermedad, todo el equipo médico con Juanjo, Rafael, su doctora particular María Victoria, la telefarmacia de Charo y los que han estado más cerca cada día a su lado como nuestra Blanca.
Y volviendo a sus amigos y a algunos en especial, qué podemos decir de las puntuales partidas con José Luis y el equipo de dominó y las comidas de los jueves. Han sido la mejor medicina que le podíais dar. Gracias de corazón.
Otra cosa que he aprendido es que mi padre podía tener miedo. Un miedo humano y desconcertado ante la muerte que no le impidió ser un enfermo ejemplar, recibiendo con la misma naturalidad el cariño de su familia y amigos que las molestias de la enfermedad.
Porque estos últimos meses sólo ha sido la natural culminación de una vida de serena adaptación. Papá se adaptó a todo, según venía, sin estridencia ni aparato. Hasta a la muerte.
Cuando creyó que ya no valía la pena luchar, sólo al final, decidió marcharse con la misma naturalidad que había luchado mientras le había parecido oportuno. Porque eso era lo lógico, lo correcto. Y se marchó con el corazón lleno de recuerdos y la cabeza llena de sus infinitos sudokus y dominós. Al final le faltaban el tres y el cinco. Ahora a nosotros nos falta el uno, aunque hemos tenido la suerte de poder estar con él estos dos años y en especial las últimas cuatro semanas.
Lo que siempre supe, cómo no, es que era ingeniero. Porque ser Ingeniero de Caminos es como el sacerdocio, ambos imprimen carácter. Y mucho. Sobre todo cuando se tiene una mente tan brillante y tanta pasión por el trabajo.
Decía Papá (el ingeniero) que lo bueno, lo organizado era morirse un viernes, para no romper la semana y dar tiempo a que lleguen los de fuera. Hay que fastidiarse, lo cumplió a rajatabla.
Creo que con casi todos, a su manera, tuvo la ocasión de despedirse. Uno de los últimos días que estuve con él me dijo: "Precioso sé bueno". Esa frase era el resumen de las dos mejores cosas que te puede dejar un padre: cariño y educación.
Mi padre me enseñó a hacer el bien o no hacer nada, a tener sentido de lo correcto y a respetar la libertad de los demás siempre que no interfiriese con la de otros. Espero estar a la altura.
Papá, eres nuestro campeón. Te queremos.
Y tenemos mucha suerte porque mi padre es un ángel de la guarda, y tengo pruebas irrefutables (de las que le gustaban a él) que lo demuestran.
Todos vosotros sois la prueba de que tenemos un ángel de la guarda ya que las lágrimas de los amigos son el mejor aval para franquear la entrada de la puerta de San Pedro.
Sabemos también que es un ángel de la guarda porque como tal, decidió no sufrir. No sé si lo sabéis pero los ángeles de la guarda sólo sienten dolor cuando no saben que lo son. Yo creo que papá se quejaba alguna vez para despistarnos un poco y para dejarse mimar, por supuesto.
Tengo que confesaros que he aprendido muchas cosas sobre mi padre los últimos meses e incluso ayer. Por ejemplo, yo no sabía que tenía tantos amigos. Era tan discreto que hasta con la cantida y calidad de sus amigos evitaba hacer ostentación. De lo único que presumía era de su mujer. No es para menos: Mamá, has estado dos años llamándole campeón y la campeona eres tú. No podías haberlo hecho mejor.
Y sobre todo has sido SU campeona. Alguien dijo una vez que mi padre era como un jardín secreto del que sólo mi madre tenía la llave. Es cierto. Y ese fue su secreto como pareja, una complicidad infinita.
Bueno, de sus hijas también presumía, Cómo no: vaya pareja de SuperNenas. Sois las mejores.
Él hoy querría agradeceros a todos los que le habéis ayudado en su enfermedad, todo el equipo médico con Juanjo, Rafael, su doctora particular María Victoria, la telefarmacia de Charo y los que han estado más cerca cada día a su lado como nuestra Blanca.
Y volviendo a sus amigos y a algunos en especial, qué podemos decir de las puntuales partidas con José Luis y el equipo de dominó y las comidas de los jueves. Han sido la mejor medicina que le podíais dar. Gracias de corazón.
Otra cosa que he aprendido es que mi padre podía tener miedo. Un miedo humano y desconcertado ante la muerte que no le impidió ser un enfermo ejemplar, recibiendo con la misma naturalidad el cariño de su familia y amigos que las molestias de la enfermedad.
Porque estos últimos meses sólo ha sido la natural culminación de una vida de serena adaptación. Papá se adaptó a todo, según venía, sin estridencia ni aparato. Hasta a la muerte.
Cuando creyó que ya no valía la pena luchar, sólo al final, decidió marcharse con la misma naturalidad que había luchado mientras le había parecido oportuno. Porque eso era lo lógico, lo correcto. Y se marchó con el corazón lleno de recuerdos y la cabeza llena de sus infinitos sudokus y dominós. Al final le faltaban el tres y el cinco. Ahora a nosotros nos falta el uno, aunque hemos tenido la suerte de poder estar con él estos dos años y en especial las últimas cuatro semanas.
Lo que siempre supe, cómo no, es que era ingeniero. Porque ser Ingeniero de Caminos es como el sacerdocio, ambos imprimen carácter. Y mucho. Sobre todo cuando se tiene una mente tan brillante y tanta pasión por el trabajo.
Decía Papá (el ingeniero) que lo bueno, lo organizado era morirse un viernes, para no romper la semana y dar tiempo a que lleguen los de fuera. Hay que fastidiarse, lo cumplió a rajatabla.
Creo que con casi todos, a su manera, tuvo la ocasión de despedirse. Uno de los últimos días que estuve con él me dijo: "Precioso sé bueno". Esa frase era el resumen de las dos mejores cosas que te puede dejar un padre: cariño y educación.
Mi padre me enseñó a hacer el bien o no hacer nada, a tener sentido de lo correcto y a respetar la libertad de los demás siempre que no interfiriese con la de otros. Espero estar a la altura.
Papá, eres nuestro campeón. Te queremos.
28 mayo 2010
Flor de un día
la humildad es una virtud excelente, y prácticamente imprescindible cuando no se tiene otra
27 mayo 2010
23 mayo 2010
22 mayo 2010
21 mayo 2010
La Frase del día
Señor, haz que los lunes sean sábados. De acuerdo, pero entonces los viernes serán miércoles
20 mayo 2010
La Frase del día
En la Fiesta de la Vida el que se queda mirando el decorado o su imagen en el espejo, se pierde lo mejor
19 mayo 2010
La Frase del Día
Cansado de recorrer las calles de la vida, acosado por la tormenta de la sinrazón, acabé refugiado en el templo de la fé
18 mayo 2010
17 mayo 2010
16 mayo 2010
La Frase del Día
Lo malo del optimismo antropológico es que fácilmente deriva en optimismo patológico
15 mayo 2010
14 mayo 2010
13 mayo 2010
La Frase del día
Con los amigos pasa como con los instrumentos de música: Lo importante no es tener muchos, sino usarlos con frecuencia
12 mayo 2010
La Frase del día
No tengas prisa en París
No pienses irte de Praga sin pagar
No hay bares de los que abren en Berna
No hallarás forma de legar en Argel
No te quedes solo en Oslo
No encontrarás taxis que libren en Berlín
No pierdas tu ranita en Tirana
No te quedes sin carcasa ni cáscara en Caracas
No busques el amor en Roma
11 mayo 2010
La Frase del Día
la droga está en la farmacia, la farmacia está de guardia, el guardia está de servicio, el servicio está ocupado, el okupa está drogado y esta frase se ha acabado
10 mayo 2010
09 mayo 2010
08 mayo 2010
La Frase del día
Estaba tan concentrado en encontrar la respuesta que no era capaz de formular la pregunta adecuada
07 mayo 2010
La Frase del día
La vida es una guerra perdida, pero no nos exime de la obligación moral de luchar la batalla de cada día
06 mayo 2010
la frase del día
"la hemos liado griega" (dicha por algún político español. Que todo lo malo sea eso, y no que la hayamos liado argentina)
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