29 enero 2008

Blanca Flor (Bartolomé José Gallardo)

Mi tataratatarabuelo o algo así fue Don Bartolomé José Gallardo, de quien heredara nombre y apellidos mi querido abuelo Bartolo que murió el año pasado. El primero fue ilustre bibliófilo, bibliógrafo, erudito y autor romántico nacido en Campanario (Badajoz) en 1776 y muerto en Alcoy (Alicante) en 1852. Fue más famoso por sus artimañas para robar libros en la biblioteca nacional (los tiraba por la ventana y un lacayo en la calle los atrapaba al vuelo) que por sus escritos. De hecho si os molestáis en buscar el término bibliopirata veréis que fue acuñado por Serafín Estébanez Calderón para insultar a mi ancestro. Aunque luego con ese mismo nombre y el apellido "salvador" fue defendido por figuras de la talla de Unamuno quienes argumentaban que gracias a la actividad de Gallardo se habían salvado libros que de otra forma se habrían perdido en manos de las bibliotecas públicas.

Hace tiempo que debería haber incluido en esta bitácora algo de tan ilustre antepasado y la primera pieza debe ser esta "Blanca Flor" incluida en algunas selecciones de los mejores versos en lengua castellana junto a los de Machado, Bécquer, etc. etc.

Os dejo con "Blanca Flor" de Bartolomé José Gallardo


¿A qué es puertas y ventanas
clavar con tanto rigor,
si de par en par abiertas
tengo las del corazón?
Así, con su madre a solas
lamenta su reclusión
la bella niña cenceña,
la del quebrado color,
de amargo llanto los ojos,
el pecho lleno de amor,
y de par en par abiertas
las puertas del corazón.
¡Madre, la mi madre, dice,
madre de mi corazón,
nunca yo al mundo naciera,
pues tan sin ventura soy!
Atended a las mis cuitas,
habed de mí compasión,
y de par en par abridme
las puertas del corazón.
Yo me levantara un día
cuando canta el ruiseñor,
el mes era de las flores,
a regar las del balcón.
Un caballero pasara
y me dijo: «¡Blanca Flor!»
Y de par en par abrióme
las puertas del corazón.
Si blanca, su decir dulce
colorada me paró;
yo callé, pero miréle,
¡nunca le mirara yo!
que de aquel negro mirar
me abrasó en llama de amor,
y de par en par le abrí
las puertas del corazón.
Otro día, a la alborada,
me cantara esta canción:
«¿Dónde estás, la blanca niña,
blanco de mi corazón?»,
en laúd con cuerdas de oro
y de regalado son,
que de par en par me abriera
las puertas del corazón.
El es gallardo y gentil,
gala de la discreción;
si parla, encantan sus labios,
si mira, mata de amor;
y, cual si yo su sol fuera,
es mi amante girasol;
y abrióme de par en par
las puertas del corazón.
Yo le quiero bien, mi madre
(¡no me lo demande Dios!),
quiérole de buen querer,
que de otra manera no.
Si el querer bien es delito,
muchas las culpadas son
que de par en par abrieron
las puertas del corazón.
Vos madre, mal advertida,
me claváis reja y balcón;
clavad, madre, norabuena,
mas de esto os aviso yo:
cada clavo que claváis
es una flecha de amor,
que de par en par me pasa
las puertas del corazón.
Yo os obedezco sumisa,
y no me asomo al balcón:
«¿Qué no hable?» --Yo no hablo.
«¿Qué no mire?» --¿Miro yo?
Pero «que le olvide», madre…….
madre mía, olvidar no,
que de par en par le he abierto
las puertas del corazón.
En fin, vos amasteis, madre;
señora abuela riñó;
mas por fin vos os velasteis,
y a la fin fin nací yo.
Si vos reñís, como abuela,
yo amo cual amasteis vos
al que abrí de par en par
las puertas del corazón.

2 comentarios:

Rafael Mendia Gallardo dijo...

Pues si Baratolomé José Gallardo era tu tatatarabuelo, cierto es que era tio abuelo de mi madre, Esperanza Gallardo Gallegos, hermano de tu querido abuelo, para mi ,el tío Bartolo.
Yo también tengo una página dedicada a Bartolomé José Gallardo, en la que reúno referencias de sus obras, biografías, cosas curiosas, y el poema Blanca Flor y otras cosas más que he ido encontrando aqui y allá.
Mi página es
http://web.mac.com/rmendia/gallardo/Portada.html
Asi que ,mira por donde, estamos emparentados...Mi madre falleció un año antes que tu abuelo Bartolo y nos contaba esas historias de Bartolomé JoéGallardo, que tu mismo relatas en tu blog..
Soy algo mayor que tú, con 62 tacos del ala... pero al fin y al cabo un Gallardo.

Prandez dijo...

Rafael, tenía pendiente responderte, ¡¡disculpas!!

Me ha encantado tu página, lo mío como ves son sólo un par de referencias en un blog que trata de todo un poco. Se te nota lo Gallardo a la legua, que para uno de nosotros, 62 tacos no son nada... 26 mareados sólo :o)

Tengo también un par de entradas de dichos de mi abuelo, alguna cuyo origen desconozco (no aparece en estas prtocesolsas aguas electrónicas, ¡que misterio!)...

Te mando un fuerte abrazo (espero que lo leas, ha pasado tanto tiempo...)