01 noviembre 2008

Mamen, Tata, Mamenawer, Dra. Perdiz

Hay una teoría que dice que cada corazón sólo puede latir un número predeterminado de veces. Si late muy deprisa, se agota antes.

El corazón de Mamen latía a un compás de dos por cuatro a toda velocidad gracias a su valvulilla. Ella sabía que su vida era una carrera contra el reloj y se esforzaba en apurar el tiempo. Pero a diferencia de otros empeñados en gastar el tiempo en objetivos inútiles o egoístas, ella sólo quería gastarlo en estar con los demás: su familia, sus amigos y todos los que la queríamos. Ella apuraba la vida con amor y generosidad y hoy y ayer nos habéis demostrado todos lo mucho que la queríais. Si se pudiera juntar el amor y el cariño que nos habéis dado a ella a su familia y a mí, kilo a kilo, tendríamos varias toneladas. Gracias, de verdad gracias a todos.

La vida de Mamen fue como una estrella fugaz. Yo tuve la suerte de acompañarla en la última parte del viaje y compartir su luz y su calor que se extinguieron de repente. Sin embargo siento que esa luz sigue brillando.

Hace poco un amigo perdió a su primo de 17 años en un accidente en Buenos Aires. El chaval iba acompañado de otros amigos y todos murieron. El Jesuíta que oficiaba la misa dijo que sabemos poco del cielo, pero lo que sí sabemos es que es un lugar social, no estamos "de uno a uno" sino todos juntos y lo otro que sabemos es que es para siempre.

Yo sé que ella está allí, está mejor que nosotros y que nos mira con la ternura, pasión y comprensión que le da el tener algo que nosotros no tenemos: perspectiva.

Os pido un favor: Cuando habléis de Mamen no lo hagáis siempre en pasado. Hacedlo sólo para referiros a las cosas que ella ya no podrá hacer: no podrá ponerse su traje de princesa, no podrá ponerse sus zapatos rojos ni podrá ir a comer al chino. Pero cuando habléis de lo que ella piensa o quiere hacedlo en presente. Yo, anoche, me metí en la cama y hablé con ella y se lo pregunté y me dijo que sí, que me quiere, que nos quiere, con la fuerza de los mares.

Gracias.

4 comentarios:

madog dijo...

Yo sólo he podido ver el último destello de esa estrella fugaz, pero ha sido igualmente mágico. Me ha encantado conocer a Mamen y me ha encantado conocerla contigo, con Gustavo y con Antonio. Felices juntos, gente que se quiere.
Como a toda estrella fugaz que tenemos la suerte de ver, le he pedido un deseo del que alguna vez hablamos las dos.
Para ti y para ella...un achuchón muy fuerte.

nostromo dijo...

Precioso y emocionante.

Un abrazo.

Antonio Rentero dijo...

Hace en estos momentos justo una semana y me sigue pareciendo un mal sueño, sigo teniendo una sensación incómoda, quizá tenga que ver algo con esa "perspectiva" que Javi comenta que ella ha alcanzado... como en el fondo Mamen no se ha ido sino que de alguna manera seguimos teniéndola dentro tal vez en estos días percibo la realidad de otra manera, hay matices que se añaden al dia a dia y el significado de muchas cosas se ve alterado.

Los jarros de agua fria te pueden dejar paralizado un instante pero frecuentemente tb ayudan a desembarazarse de un sopor que nos tenia vencido.

En cualquier caso compartir parte del trayecto vital de Mamen es un regalo que no tiene precio y con todo creo que algunos podemos considerarnos afortunados de haber sentido su calor en nuestras vidas y de seguir sintiendolo incluso sin su presencia fisica.

jacobe dijo...

Un abrazo para todos los amigos de Mamen,nos hemos enterado la semana pasada y queriamos de alguna manera, mandar un mensaje para familia y amigos.Mamen cuidaba de mis hijos,y nunca olvidaremos su sonrisa y su alegria.Un saludo de Julio,Pilar,Adrian y Ana.