18 marzo 2008

Síndrome de Gilbert, en serio, en broma

Mi querido amigo y compañero del Consejo Antonio resulta que sufre del mal malo (o síndrome) de Gilbert...

No es cosa de preocuparse (el mal en sí) pero sí lo es que el representante de los Hobbits en el
Consejo Satanásico no sólo se haya saltado su segundo y tercer almuerzo hoy, sino que también ha tomado por toda cena una frugal ensalada de frutas.

Estábamos leyendo los síntomas en la ineludible Wikipedia (Ellos mismos recuerdan que NO es un consultorio médico..) y la verdad es que es la risa... y claro, viendo la lista, igual TODOS lo padecemos... ¡¡Yo el primero!!

Os los adjunto para solaz y recreo de niños y mayores ya que la lista parece sacada de un Mortadelo y Filemón o un Aterriza como Puedas:

Entre los síntomas destacados por quienes cursan el Síndrome de Gilbert caben mencionar los siguientes: vértigo, inestabilidad, cierta torpeza o coordinación defectuosa, fatiga y decaimiento, debilidad generalizada, agotamiento y cansancio, debilidad en las piernas y los hombros, temblores en las manos y en el cuerpo, dolores musculares, mareos cuando no se ha comido (similar a una hipoglucemia), cambios en las uñas, pérdida de peso, entumecimiento general del cuerpo, temperatura corporal por debajo de la normal (35,7 a 36,5°C), frío intenso, pies y manos fríos, sudores nocturnos, tendencia a la hipotensión, sabor amargo en la boca, lengua blanca, mal aliento al amanecer, sensaciones de vómito (especialmente a la mañana), repugnancia por las comidas muy gordas, intolerancia a algunas comidas, al alcohol, al chocolate, al azúcar y a las harinas, indigestión crónica, deseo de comer cosas dulces, sed (a veces intensa), aftas bucales, dolor de garganta, esofagitis, hinchazón abdominal, flatulencia, heces amarillentas, pulsación en la zona estomacal, reflujo gastroesofágico, eructos frecuentes, dolor abdominal (principalmente en la zona hepática), variando de estreñimiento a diarreas ocasionales, dificultad para orinar, micción frecuente, sensación de estar intoxicado, ojos y piel amarillenta, piel escamosa y seca, palpitaciones del corazón, sensación de ahogo, sensación de presión en la cabeza, glándulas linfáticas hinchadas, comezón o picazón de la piel, ansiedad ocasional, depresión, sensación de tristeza, nerviosismo en ocasiones, irritabilidad, cambios de humor, cierto estupor, desorientación, confusión mental, mente nublada, debilidad intelectual y falta de claridad mental, dificultad en encontrar la palabra adecuada en una conversación, dificultad para concentrarse, pensar, organizarse y tomar decisiones, memoria pobre o escasa (especialmente la de corto alcance), desmotivación, cambios en la letra, sentimiento antisocial, sensación de estar todo el tiempo enfermo, posibilidad de ataques de pánico, tendencia a bostezar, adormecimiento y somnolencia, molestia, picazón y sensación de presión en los ojos, ocasionalmente visión un tanto borrosa, sensibilidad de los ojos a la luz solar, a veces conjuntivitis, ojeras, dolor de cabeza y en las articulaciones, costosa recuperación después de practicar un deporte o hacer un esfuerzo, recuperación más rápida después de una sensación agradable, alteraciones menstruales, disminución de la libido, etc. Los síntomas no son constantes sino que presentan ciclos de dos a 3 semanas donde el paciente experimenta los mismos y luego mejora, para volver a empeorar.

2 comentarios:

Antonio Rentero dijo...

Usted ríase, KaunseLord, pero el que está con los ojos amarillentos y sin fuerza ninguna soy yo... Ay, qué fácil es hacer leña del árbol caído... cosa muy satanásica por otra parte, por cierto!!!

Prandez dijo...

Que bueno que ya está SS repuesto y en disposición de combate...