Una vez cada tanto tiempo (en mi caso, con una frecuencia casi inadmisible por lo poco que lo hago con los míos) hay que desnudar un instrumento de cuerda, quitárselas y dejarlo desnudo por unos momentos antes de ponerle las nuevas (en medio toca limpieza etc... gracias a Dios e Internet, ahora hay muchas referencias para saber cómo hacerlo). En ese momento de intimidad y descanso (unos minutos a lo largo de su vida que el mástil no está soportando la tensión de las cuerdas, sorprendimos a este precioso Stingray negro. Juro que no es un posado, son robadas. Sin palabras.
1 comentario:
Mmmm... ahí, todo desnudito, en esa silla... me recuerda la clásica foto de "Emmanuelle"
http://tinyurl.com/3mzqyq
:-)
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