20 febrero 2008

Sistema Modular configurable porta medidores de tiempo (relojero apañado)


Proyecto: RELOJERO


Presupuesto: inferior a 5€

Elementos: 2 percheros Molger, tacos y tornillos del 5-6 (Ojo que sean largos)

Herramientas: taladro y destornillador

Tiempo: 10 minutos

Dificultad: Ninguna

Por solicitud popular y coquetería propia os adjunto la foto del apañado relojero que he puesto a la entrada del dormitorio. Con un poco de paciencia y dos percheros MOLGER de IKEA a € 1,99 cada uno se puede colgar, tener a mano y presumir de hasta 10 (o más si los aprietas) relojes. Cada perchero mide 28 cm y se pueden montar en paralelo, en hilera, en diagonal....

Lo mejor es la comodidad y el tenerlos todos a mano, porque si no es así, acabas usando siempre el mismo...

Otro día en próximas entregas de brico-Fernández, la botella iluminada...

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7 comentarios:

Antonio Rentero dijo...

Si es q el satanasismo es ante todo practicidad.

Eso sí, se te ha olvidado apuntar que el sistema es fácilmente ampliable y q tb sirve para pulseras, condondes usados y otros enseres.

Prandez dijo...

Obviando la parte indecorosa de su mensae, le respondo: Su Satanasidad siempre tan atento a estas cosas... pues sí, el sistema es modular como su propio nombre indica y se pueden poner, 2, 4 ó 6 "módulos" e incluso algún osado se atreverá a poner un número impar...

egeria dijo...

Mi estimado prandez: como yo no entiendo demasiado de decoración, y entre mis características vitales no destaca el buen gusto, me abstendré de comentar algo al respecto de su sistema modular configurable. Lo mío sabe que es la palabrería, y teniendo en cuenta a ello, me explayaré un poquillo sobre sus apuntes numéricos:en el arte griego la perfección de las formas es el fruto del culto a la proporción numérica. Detrás de la belleza se halla siempre el número. Platón y los pitagóricos elevan este trasfondo cultural a pensamiento filosófico al afirmar que la realidad es, en último término, número. Tanto entusiasmó a Pitágoras este descubrimiento que pensó que detrás de todo lo que existe hay una Ley Matemática, una Armonía. Esta mentalidad se extendió luego a la arquitectura, a la escultura, a la filosofía... Los rectángulos áureos son aquellos cuyos lados están en proporción áurea, es decir, el cociente entre su lado mayor y su lado menor es 1,618... Este tipo de rectángulo, lo usó Fidias en la fachada del Partenón,pero también podemos verlo hoy en las cajetillas de tabaco, el DNI, las tarjetas de crédito, etc.La sección áurea tiene un curioso parecido con la sucesión de Fibonacci,Además, la sucesión de Fibonacci permite construir la espiral de Durero, que es una forma geométrica omnipresente en la naturaleza.Platón entendía que los primeros principios que sirven de fundamento a las Ideas o Formas eran principios matemáticos. Incluso una Idea ética como la Idea del Bien puede reducirse a la "justa medida", el número de las Musas que aparece en la República. Platón cree que el Estado perfecto entrará en decadencia cuando los gobernantes olviden el Número que ha de regular los emparejamientos y los nacimientos dentro del Estado. La armonía y la unidad del Estado, por tanto la Idea del Bien, dependen en última instancia del respeto a la armonía matemática del Universo. También Aristóteles hablará de la virtud como del "justo medio" entre dos extremos. En el s. XVII Kepler recuperará para la nueva astronomía todos los descubrimientos matemáticos pitagórico-platónicos. Según Kepler "La Geometría tiene dos grandes tesoros: uno de ellos es el teorema de Pitágoras; el otro, la división de un segmento en media y extrema razón -la sección áurea-. El primero lo podemos comparar a una medida de oro; el segundo lo podríamos considerar como una preciosa joya."

El numero impar es finito , el numero par infinito ambos conjuntos tienen la misma cardinalidad (aleph 0) y son infinitos.Dado que el conjunto de los números pares mantienen una relación biunívoca con los números naturales, ambos tienen el mismo tamaño.Es decir ambos conjuntos son de números infinitos,porque todos los números son infinitos, no interesa si son pares o impares.Primero es la unidad, que cada cosa depende de que sea una, y ese es el principio del uno: que cada algo sea de una cierta manera el todo o un punto. Pero lo reiterado ya es otro, no igualdad, sino diferencia, que es lo segundo o el dos. El tercero deriva a la relación y superficie. El cuarto, el tránsito de la superficie a la solidez que representa la pluralidad, la suma de 1, 2, 3 y 4 da 10 (tetraktys), la década, que representa la armonía, cuyo contenido es la progresión lógica que lleva a ella, y desde la cual se reinicia todo movimiento.

Vamos, que por qué no colgar diez sistemas modulares siguiendo la espiral de Durero? ;-)

PD.Lamento el rollazo, pero hoy tenía el día lenguaraz. Me piro que se me pegan las lentejas.

Antonio Rentero dijo...

Vírgen Santa, por un momento creí que ese último lo había escrito yo mismo...

Reconforta saber que no soy el único con tendencia al barroquismo infinito en el explayamiento descriptivo...

egeria dijo...

Manierismo, diría yo. Pero ya me disculpé con anticipación.

Prandez dijo...

Me quedan claros 2 "concetos" (par, infinito, plural) o (negro, par y falta), a sabiendas:

1: que con inteligencia se puede hacer un interesante debate hasta con 2 percheros de IKEA

2: que necesito me regaléis 90 relojes para llenar los 10 percheros que voy a colgar...

egeria dijo...

Estimado prandez: a falta de relojes el Sr. Rentero le sugiere otras interesantes opciones en su primer post. Ud. cuelgue, cuelgue, que nunca sabe al final cómo y para qué han de ser utilizados los susodichos sitemas modulares.Aún así me permito darle unas cuantas ideas más para colgar:
1.cadenillas de oro de eslabones gruesos.
2.calcetines.
3.llaves de las que siempre se pierden.
4.aparatos de ortodoncia.
5.el amor propio (yo suelo dejarlo en la mesilla de noche cuando me acuesto,porque dormir con él me genera cierto insominio, y hay veces que por las mañanas , sobre todo cuando voy con prisa, me olvido de recogerlo, y luego pasa lo que pasa).Dícese también el sentido común, la dignidad, la empatía, la paciencia o el saber estar. Uf, recuerdo un día que me dejé todo ello en casa y....